jueves, 15 de septiembre de 2011

Capítulo 1,parte 3 : Desapariciones.

Frank Brown :
Con los labios apretados,di los últimos retoques al vestido de mi hermana de séis años,a la que había obligado a quedarse quieta durante dos horas para poder dibujarla.Claro,que para eso tenía que recompensarla a cambio,y esta vez,lo que quería era que le hiciera los deberes de mates,algo bastante fácil para mí,pues lo único que tenía que hacer eran sumas facilísimas.La verdad es que merecía la pena,la mitad de los dibujos de mi libreta tenían como modelo a Esther,en toda clase de aspectos,normalmente,como princesa,a petición de la pequeña.
-¡Déjame verlo!,¡déjame verlo!.-Gritaba una y otra vez dando botes en la cama.
-Tranquila,que ya casi termino.
-¡Qué bien dibujas,Frank!.
-Gracias,Esther-dije sonriente.Tras darme un beso en la mejilla,me arrancó la libreta de las manos y fue corriendo a enseñársela a mi madre,quien,tal y como imaginé que pasaría,la ignoró.Comprendo que mis padres estén ocupados,no es fácil mantener a una familia de cinco hijos con un miserable sueldo, pero de vez en cuando,podrían ejercer de padres por cinco minutos.Esa noche me acosté bastante temprano,me sentía más cansado de lo normal,y como cada noche,ojeé mis dibujos hasta quedarme dormido.
Desperté empapado en sudor,casi sin aliento;no conseguía recordar lo que había soñado,pero estaba muerto de miedo.Aquella sensación empeoró al
ver que,en mi libreta,había aparecido un nuevo dibujo,que parecía un hombre vestido de negro,con mirada ausente,aunque fija en mí.Miré a mi alrededor,el lápiz estaba en el escritorio.Volví a mirar el dibujo,que esta vez,me señalaba con el dedo enfundado en un guante negro intenso.
Un escalofrío hizo que se erizaran cada uno de los pelos de mi cuerpo,y sentí una potente atracción empujarme hacia la lámina de la libreta que,tras succionarme,quedó totalmente en blanco.
                                      
                                                      *             *             *

Lana Johnson
Un día más en mi perfecta y aburrida vida.Para mí pasar desapercibida es difícil,todas las chicas quieren ser como yo,y todos los chicos se mueren por mí,pero,¿sabes qué?,estoy rodeada de falsedad.Las mismas que fingen ser mis amigas,hablan de mí a mis espaldas,tan sólo quieren mi dinero y algo de popularidad en el instituto.Tardé en darme cuenta de la situación,pero esa mañana en la que mi vida comenzó a cambiar,un chico me abrió los ojos.Ya no recuerdo como empezó todo,pero acabó poniéndome los pies en el suelo en cuestión de segundos,la venda que me tenía cegada cayó,dejando tras de sí unas mejillas encharcadas;y allí estaba yo,en los vestuarios del edificio de los de primero,donde raramente entra alguien,ya mis lágrimas se habían secado.
Cuando me dispuse a salir de uno de los baños para lavarme la cara,oí pasos lentos y pesados.Abrí un poco la puerta y por una pequeña rendija,observé detenidamente el vestuario que parecía estar totalmente desierto.Algo empujó la puerta fuertemente, haciéndome caer y golpearme contra la pared,y poco a poco,perdí el conocimiento, mientras mis ojos se cerraban léntamente,viendo una silueta negra quieta frente a mí.
 

1 comentario:

Raquel dijo...

Un capítulo guay, aunque me gustaron más los anteriores, porque me gustaban más los anteriores personajes :D

Un beso^^